De un día para otro, al muchacho que se ganaba la vida como estatua viviente en un parque de Neiva el Ejército lo hizo aparecer como un guerrillero muerto en combate. Nadie ha salido del asombro en esta ciudad al sur de Colombia. Mientras, el país asiste horrorizado a la denuncia de 1.155 víctimas de ejecuciones extrajudiciales como ésta.
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lunes, 17 de noviembre de 2008
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