Si en Lincolnshire braman contra los sicilianos, en Italia son los rumanos y extracomunitarios los destinatarios del miedo y la xenofobia. El discurso de la tolerancia cero lanzado hace meses por el ministro del Interior, Roberto Maroni, suena cada día más vacío y fuera de control.
Articulo completo: ELPAIS.com
martes, 3 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario