Barack Obama puso ayer en marcha la más gigantesca reforma que cualquier presidente de Estados Unidos pueda plantearse, la creación de un sistema de salud al alcance de todos los ciudadanos. Lo hizo desde un enfoque diferente, no como una necesidad de carácter social, que lo es de forma escandalosa, sino como una urgencia de carácter económico, como un paso esencial para equilibrar las cuentas del Estado.
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viernes, 6 de marzo de 2009
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