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SAN SALVADOR (AP) - Convertido en un verdadero fenómeno poítico con una gran ascendencia entre la población por denunciar anomalías en El Salvador, el periodista televisivo Mauricio Funes decidió cambiar las cámaras por la palestra en un campaña que está a punto de llevar al poder a la guerrilla que depuso las armas hace casi dos décadas.
Funes, de 49 años, fue un comunicador, reportero de guerra y posteriormente un polémico conductor de un programa de entrevistas que abordaba los temas de suma controversia al tiempo que acumulaba una gran popularidad, que lo llevó a recibir la oferta presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
La popularidad de Funes surgió mucho antes de que mostrara interés en la política partidaria, pero creció cuando fue proclamado por el izquierdista FMLN y desde entonces encabezó todas las encuestas, con una tendencia sostenida que ahora tiene al otrora grupo guerrillero y hasta ahora partido opositor a un paso de alcanzar el poder por primera vez desde 1992.
Funes se proclamó ganador de la elección presidencial la noche del domingo luego que el Tribunal Supremo Electoral informó que estaba al frente de los comicios con 51,27% de los sufragios al contarse el 90,68% de las mesas de votación.
El candidato oficialista Rodrigo Avila de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que tenía el 48,73%, reconoció más tarde el triunfo de Funes.
Al dejar de lado a los viejos comandantes guerrilleros y dar pasos de cambio hacia la moderación, el FMLN buscó un rostro fresco, sin las cicatrices de la guerra, para competir en la elección presidencial.
Con el lema "Nace la esperanza, viene el cambio", Funes ha prometido un "gobierno de unidad nacional", incluyente y de respeto a la Constitución que garantice el Estado de derecho, el cual _considera_ ha sido mancillado durante los 20 años del gobierno de Arena.
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