Sin inmutarse, como si nada, Manuel Córdoba, 120 o cara cortada, como se le conocía en el mundo paramilitar, afirmó ante un fiscal: "Mi gente pudo haber matado unas 15.000 personas". Es sólo una de las espeluznantes confesiones que han hecho los paramilitares desmovilizados en el marco de la Ley de Justicia y Paz que cumple ya cuatro años.
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sábado, 25 de julio de 2009
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